ICB es una compañía que a lo largo de su historia de ya siete décadas se ha caracterizado por mantener un crecimiento constante, orientándose desde siempre a la excelencia, vocación que ha permitido su consolidación entre las empresas líderes dentro de la industria alimenticia chilena.
Esta exitosa trayectoria comenzó a fines de 1956, cuando Mario y Vittorio Signorio adquirieron el Café Do Brasil, una tradicional cafetería ubicada en pleno centro de Santiago, que había sido inaugurada en 1942. La empresa pronto amplió su giro hacia la venta de productos relacionados, entre ellos café, té, yerba mate y cacao, dando inicio oficial a lo que hoy se conoce como ICB S.A.
Comenzó así un proceso de continua expansión, de carácter orgánico y vía adquisiciones, con significativos hitos que fueron fortaleciendo el portafolio de ICB, el primero de los cuales fue la representación de la marca Van Camp´s a partir de 1966.
Con los años, ICB amplió su presencia en el mercado chileno, con la incorporación de productos como frutas, mariscos y legumbres en conserva. Un gran y definitivo avance ocurrió, sin embargo, en 1995, cuando la empresa compró Marco Polo, un importante fabricante de snacks, frutos secos y condimentos. Con ello, además de seguir con la representación de marcas internacionales líderes, la compañía dio el paso que significó su transformación en un relevante productor de alimentos local.
El grupo humano que trabaja en ICB S.A. es una parte fundamental del liderazgo alcanzado por la compañía en el mercado chileno de productos de consumo masivo.
En la empresa se desempeñan más de mil personas, quienes permanentemente actualizan sus conocimientos a través de una activa política de inversión en capacitación, llevada a cabo en todos los niveles de la organización.
Considerando la necesidad de contar con equipos altamente comprometidos y motivados, la compañía también ha diseñado y puesto en ejecución un amplio programa de beneficios y convenios sociales, destinados a establecer un clima laboral que propicie la productividad y la retención de nuestros talentos. Con estas iniciativas, la empresa igualmente busca avanzar hacia una adecuada conciliación entre la vida laboral y familiar.
Del mismo modo, existen diferentes instancias de encuentro en la organización, las que permiten mantener un diálogo abierto y una relación transparente entre los diversos estamentos que conforman el recurso humano de ICB.
Todo este esfuerzo nace de la certeza de que nuestro mayor valor está en la gente, y que para ser un referente se requiere el aporte de un capital humano responsable, proactivo, que esté al día en sus competencias profesionales y técnicas, y que adhiera a los valores de la compañía.
ICB S.A. está comprometida con la producción y comercialización de alimentos de alta calidad y seguros para el consumo de las personas. Nuestros productos son sometidos a eficientes y efectivos procesos de elaboración y distribución, cumpliendo las leyes y regulaciones aplicables, con un especial enfoque al mejoramiento continuo y la satisfacción de las expectativas de los clientes y los consumidores.
En esa línea, la empresa se ha trazado el objetivo de brindar al mercado productos de clase mundial, al alero de marcas prestigiosas. Dicho propósito implica una gran exigencia, que se enfrenta sobre la base de los más elevados protocolos internacionales de producción, inocuidad y legalidad.