Sabemos que pasar por una entrevista de trabajo muchas veces puede ser estresante, y siempre tratamos de responder lo mejor posible. Pero ¿Qué pasa cuando sientes que las preguntas que te hacen son un poco “extrañas” o incómodas?
Las empresas suelen buscar perfiles que se adapten a su cultura organizacional, pero muchas veces consideran características que no necesariamente definen tu perfil como trabajador (y, digámoslo, caen en la discriminación)
Pero entonces, ¿Qué cosas no deberían preguntarme en una entrevista de trabajo? En Trabajando.com te contamos cuáles son esas cosas que no se deberían preguntar
Esto es lo que no te deberían preguntar en una entrevista de trabajo:
Preguntas discriminatorias o personales que buscan saber tu preferencia, ya sea religión, partido político u otros.
Elegir a las personas sólo por sus gustos personales no son para nada relevantes. Si profesas una religión, te inclinas por un partido político o eres hincha de un equipo de fútbol jamás deberían ser variables para decidir si eres un buen profesional.
Si piensas tener hijos o en qué fecha planeas tenerlos.
Esto no deberías decirlo en una entrevista de trabajo. Si te lo preguntan, podría significar una limitante en el proceso, en caso de querer tener hijos, debido a la ausencia en periodos de pre y post natal. Esto no debe ser un factor para descartarte, tus decisiones son personales y no están por sobre tus habilidades.
Preguntas sobre tu orientación sexual.
En pleno siglo 21, sabemos que tu orientación sexual no influye en cómo rendirás en tu trabajo. Si te lo preguntan en una entrevista: Corre y no mires atrás.
Estado de salud físico o psicológico.
¿Estás en tratamiento por alguna enfermedad? ¿Tomas medicamentos? Esa información es privada y sólo se la debes decir a tu médico, no a tu entrevistador.
Aspectos físicos como peso o altura.
Tu altura, peso o color de cabello no determina tu desempeño. Como dice el dicho: Nunca juzgues un libro por su portada, su interior te puede sorprender.
Estado civil o edad de hijos.
“Si es soltero, se la pasa de fiesta y no llegará a trabajar”. “Si tiene hijos pequeños, pedirá muchos permisos al año para ausentarse, llegar tarde o salir más temprano”. Son prejuicios innecesarios y para nada ciertos. ¡Sólo tú sabes tu realidad personal!
Ya lo sabes: Si escuchas alguna de estas preguntas durante tu entrevista de trabajo, te recomendamos respirar profundo, dar las gracias y continuar con tu búsqueda laboral. Sabemos que estos prejuicios han ido disminuyendo, pero también entendemos que no han desaparecido por completo. ¡Ánimo!