La incómoda pregunta: ¿Cuánto quieres ganar?
En cada entrevista laboral, una pregunta genera incomodidad tanto a candidatos como a entrevistadores: “¿Cuánto quieres ganar?” Aunque es fundamental en el proceso de selección, muchos no saben cómo abordarla adecuadamente.
La importancia de tener claridad
Esta pregunta busca entender si el candidato está alineado con el presupuesto de la empresa. María Jesús García-Huidobro, nuestra gerente de desarrollo de negocios de Trabajando.com, destaca que “un postulante que responde con seguridad sobre lo que espera ganar demuestra profesionalismo y preparación. Una persona que ha reflexionado sobre sus expectativas salariales y ha investigado el mercado transmite una imagen de seriedad”.
Tener claridad sobre el rango salarial también evita sorpresas y malentendidos durante la contratación. Presentar un estimado predefinido ayuda al candidato a evitar situaciones incómodas, como recibir una oferta muy por debajo de sus expectativas o enfrentar negociaciones difíciles en el último momento.
La percepción del empleador
Responder adecuadamente puede influir en la percepción del empleador, marcando la diferencia entre avanzar en el proceso o quedar fuera de consideración. Sin embargo, muchos candidatos se sienten incómodos al abordar este tema, temiendo pedir demasiado y ser descartados o solicitar muy poco y no valorar adecuadamente su experiencia.
La ambigüedad es un error común al responder “¿Cuánto quieres ganar?” Otros errores incluyen no tener claro el valor del puesto o solicitar un salario por debajo del mercado con la esperanza de conseguir el trabajo. Proponer una cifra excesivamente alta también puede perjudicar al candidato.
Los errores más frecuentes que pueden llevar a la exclusión en un proceso de selección son:
- Dar una cifra inapropiada: Pedir un salario fuera de los rangos razonables puede reflejar desconocimiento del mercado y hacer que el empleador descarte al candidato.
- No investigar el rango salarial: Responder sin conocer el salario promedio del cargo genera una mala impresión en el reclutador.
- Ser vago en la respuesta: Respuestas poco claras o no comprometerse con un rango puede hacer que el candidato parezca inseguro sobre su propio valor.
- Negarse a responder: Evitar dar una cifra puede ser visto como falta de transparencia y flexibilidad, cualidades valoradas por los empleadores.
- Mostrar inseguridad: Dudar al hablar de expectativas salariales puede proyectar falta de confianza en las propias habilidades.
- Enfocarse solo en el salario base: Ignorar otros beneficios del paquete de compensación, como seguros o días libres, puede hacer que el candidato parezca inflexible.
Enfrentando la pregunta decisiva
La experta en recursos humanos de Trabajando.com insiste en que “los candidatos a una vacante deben revisar anuncios de empleo similares en distintas empresas, lo que ofrece una idea clara sobre los rangos salariales promedio para puestos con responsabilidades comparables. Hablar con profesionales del sector puede proporcionar información valiosa y actualizada sobre las expectativas de sueldos en la industria”.
Un aspecto clave es evaluar objetivamente cómo la propia experiencia, habilidades y logros se alinean con los requisitos del puesto. “Los candidatos deben considerar cualquier habilidad especial o certificación que aumente su valor, ya que estas pueden justificar una mayor pretensión salarial”, añade García-Huidobro.
¿Rango o cifra exacta?
Mencionar un rango salarial en lugar de una cifra exacta es una estrategia efectiva para captar la atención del reclutador, especialmente si se tiene un argumento que justifique la cifra solicitada. Esto no solo brinda flexibilidad en la negociación, sino que también permite ajustar las expectativas según las conversaciones con el empleador.
Estrategias para la negociación
Durante la negociación, es recomendable enfocarse en el valor que el candidato aportará al rol, destacando logros y habilidades que justifiquen la solicitud salarial. Preguntar sobre la estructura salarial y las oportunidades de crecimiento dentro de la empresa también puede proporcionar contexto adicional, ayudando a mantener una negociación abierta y profesional.
Finalmente, “es posible establecer acuerdos que incluyan bonos por cumplimiento de objetivos o aumentos salariales futuros, según el rendimiento del candidato, lo que añade flexibilidad a la negociación sin comprometer las expectativas iniciales”, concluye García-Huidobro.
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