La vacunación obligatoria es un tema polémico que cualquier Gobierno democrático preferiría no tocar. Cuando apareció la posibilidad de prevenir la gravedad del virus con una inyección. El entusiasmo por inocularse entre la mayoría de la población era proporcional a la escasez de dosis. Y las autoridades se preocupaban más por cubrir la demanda y tener suficiente cantidad de dosis para su población que por forzar la inyección.
Sin embargo, a medida que van surgiendo nuevas variantes cada vez más contagiosas. Algunos países buscan acelerar la inmunización con incentivos especiales o restringiendo el acceso a espacios públicos a las personas que decidan no inocularse.
En línea con esto, la misma población comienza a tomar distintas posiciones. Por un lado están aquellos que ven la vacunación como un acto de responsabilidad colectiva y la salida más efectiva para esta pandemia. Y por el otro, los que exigen su derecho al libre albedrío, y tienen opiniones diversas sobre “posibles consecuencias” de la vacuna en sus organismos.
¿Qué piensan los trabajadores de volver presencial a la oficina si hay personas sin vacunación?
Por esto, en Trabajando.com quisimos saber cómo se vive esta realidad entre compañeros de trabajo dentro las empresas. Para esto realizamos una encuesta a nuestra comunidad de LinkedIn la que respondieron casi 5.000 personas. Esta encuesta arrojó como resultado que un 48% de los trabajadores tienen miedo a volver a su trabajo presencial si esto implica estar cerca de personas que no han sido vacunadas contra COVID-19.
En tanto, un 8% (398 personas) dicen que “les da igual” o “no les importa”. Un 42% (2.088 personas) señala que “respetan la decisión” de sus pares y en comentarios se pudo observar opiniones como: “Los únicos que se arriesgan son ellos”. “Respeto su decisión de no vacunarse, por lo que espero también se respete mi decisión de no interactuar con ellos de manera directa”; “acá no hay medias tintas, debemos vacunarnos por nosotros, por nuestras familias y por los demás”.
Otros argumentan: “al volver al trabajo presencial todos deben vacunarse, si no, yo no volvería a la oficina, ya que igual pueden contagiarme, aunque yo esté vacunada”; “considerando que con o sin vacuna te puedes contagiar y contagiar a tu entorno, no hace gran diferencia, dado que la vacuna no da inmunidad. Pero a nivel de legislación el empleador tiene todas las de perder si acepta no vacunados en la zona de trabajo. A nivel de empresas, esa libertad de opción se cae por fuerza mayor y sería un riesgo que las empresas no deberían asumir”.
El sondeo se realizó cuando se cumple 1 año y 8 meses desde que se informó el primer caso de coronavirus en Chile. “Decidimos hacerlo porque estamos ante un nuevo rebrote de la pandemia y el retorno al trabajo presencial, de manera híbrida o total, es la realidad de la mayoría de las empresas. Siendo la vacunación masiva la principal estrategia para combatir el virus en Chile. Es importante saber a qué nos enfrentamos al ir de modo presencial a nuestros lugares de trabajo”. Explica Ramón Rodríguez, gerente general de Trabajando.com. Quien a la vez afirma que: “Para las empresas y trabajadores es de suma importancia que todos cuenten con la mayor cantidad de protección que sea posible. De ahí la relevancia de saber cuántos de sus colaboradores cuentan con su vacunación. Y qué medidas se pueden continuar tomando para evitar futuros contagios, brotes intraempresariales o cluster de contagios”.
